Mis mejores recuerdos de las estaciones tienen que ver con la comida. ¿Qué puede haber mejor que una gruesa rodaja de tomate maduro, espolvoreada con albahaca fresca y rociada con aceite de oliva? ¿O una manzana crujiente recién salida del huerto? Comer es tan agradable cuando entramos en contacto con el sabor de los alimentos.
He aquí una forma fácil de saborear el sabor: prueba cada bocado. Cada tipo de alimento tiene su propio sabor. Por ejemplo, los alimentos elaborados con grano integral, como los cereales Whole Grain Total®, tienen un sabor rico y parecido al de los frutos secos que no se encuentra en los cereales refinados. «Puedes facilitar a tus papilas gustativas el sabor del grano integral probando gradualmente nuevos alimentos. Ponte el objetivo de probar un nuevo alimento elaborado con grano integral a la semana. Después, empieza a sustituir los alimentos a diario: en lugar de tu elección habitual, experimenta con un alimento integral. Pronto los alimentos integrales serán una parte habitual de tu dieta», sugiere la doctora Joanne Slavin, profesora de la Universidad de Minnesota y experta en cereales integrales.
Ten en cuenta que los alimentos deben agradar a todos los sentidos. «El sabor, el aspecto y la textura afectan al atractivo de un alimento, así como a su nutrición», dice el Dr. Robert Henkin, fundador de la Clínica del Gusto y el Olfato en Washington, D.C. «Por ejemplo, un bol de cereales hecho con grano integral, junto con leche desnatada y fruta, constituye una comida visualmente atractiva, crujiente y sabrosa».
El sentido del gusto y del olfato disminuye de forma natural en muchos adultos mayores. Otros pueden perder el sentido del gusto como consecuencia de medicamentos, enfermedades prolongadas o virus. Cuando los alimentos se vuelven más difíciles de saborear, se pueden añadir hierbas, especias y condimentos para resaltar su sabor. Los supermercados y las tiendas gourmet también venden sabores concentrados, en forma de jaleas y salsas, así como potenciadores del sabor, como cubitos de caldo y caldos normales y bajos en sodio.
También se puede potenciar el sabor incluyendo frutas y verduras en los platos mixtos. La Dra. Henkin señala que, además de ser naturalmente bajas en sal y grasa, son un aspecto importante y sabroso de la alimentación sana.
Pregunta a Mindy
P: La comida ya no tiene mucho sabor para mí, pero sigo comiéndola. Tengo miedo de ganar peso. ¿Qué debo hacer?
R: En primer lugar, añade sabor con hierbas frescas y condimentos como el zumo de limón. Resiste la tentación de añadir más sal y azúcar. Luego, haz que tu comida sea más atractiva con frutas y verduras de colores. Recuerda comer despacio y dejar de comer cuando te sientas lleno.
Mindy Hermann